lunes, 13 de mayo de 2019

Actividad 3. Maestro y alumno en la cultura escolar.


“LA CULTURA ESCOLAR DETERMINA O ES CONSTRUIDA DESDE LA ESCUELA”

Bueno pues ya después de haber revisado los términos de cultura escolar, encuentro que hay algunas características o palabras clave para entender poco a poco la importancia de ésta, su influencia sobre los alumnos, docentes, escuelas y sociedad misma.
Algunas características descriptivas, son que la cultura escolar es: profunda y arraigada, heredada y conservada generación tras generación, aversiva al cambio, formadora de sujetos escolares, representada a su vez por los propios patrones de cultura profesional que mantienen los docentes.

La idea de reformas, innovaciones, transformaciones o simples modificaciones del sistema-método educativo supone un enfrentamiento con ésta cultura escolar, respaldada a su vez por la cultura social vigente de un municipio, estado o país. Me parece que la cultura (social, escolar o profesional docente) está altamente influenciada por el individuo como tal. Es aquí en donde pondría mi propio énfasis al tratar de evidenciar más todavía el papel del individuo dentro de un grupo social constructor de determinada cultura.

Bolívar, A. (1996). Cultura escolar y cambio curricular, citando a Hoyle (1971: 375):
"el cambio curricular es una variedad de cambio educativo, que a su vez, es una forma de cambio social"

Es decir, pongamos mayor atención en los individuos que integran y participan en dicha cultura escolar, pongamos énfasis en que las cualidades y habilidades individuales tendrían una repercusión consecuente en determinado círculo social, lo que impactaría tarde que temprano en un grupo social mayor y éste a su vez a instituciones y culturas vigentes. Observemos la importancia de que los cambios trascendentales que ha experimentado la humanidad a través de su historia se han presentado en condiciones con individuos o pequeños grupos de individuos que han desafiado la cultura vigente. Se han cuestionado nuevas y mejores formas de proceder en distintos campos humanos: religioso, económico, político, educativo, etc. Los grandes reformadores de la sociedad no han sido reconocidos sino hasta tiempo después, ya a finales de su vida o muchos años después.

Es así como se reconoce la presencia tanto de agentes “conservadores” de la cultura establecida y agentes reformadores o “liberales”. Y es aquí donde considero que para que algo se establezca como reformatorio, tendría que pasar por el diálogo, debate y hasta cierto grado de confrontación por todas las partes sociales para así hablar de un verdadero logro en la innovación del sistema educativo.

El principal reto estriba en que en una humanidad polifacética, con diversidad de etnias, culturas ancestrales, historias, revoluciones, gobiernos y predilecciones por las ciencias, artes, filosofías o religiones; lo complicado es llegar a puntos de acuerdo sobre cómo proceder para que todos las partes sean respetadas y trabajar para un fin-beneficio común. Simplemente aquí en México observo que las condiciones de una escuela en Altotonga, Veracruz no es la misma que una en Guadalupe, Nuevo León, por citar un ejemplo de reconocimiento personal. Las culturas escolares son tas diversas a tan pocas horas de distancia que hace pensar que estas en otro país, en otro mundo, con otra gente. Es así como los pedagogos, docentes y directivos habremos de mantener una actitud de inmersión cultural para enterarnos conscientemente de las condiciones y necesidades muy particulares de cada región, no podemos omitir la sabiduría popular existente en cada zona representada por los adultos y abuelos, de quienes podríamos aprender muchas cosas importantes sobre la historia del territorio donde nos encontremos. Valoremos la cultura existente como un producto social que tomó años y que sirve o sirvió para cubrir determinadas necesidades. No nos lancemos al mundo pensando como aquellos conquistadores españoles que en su intención de colonizar aquellos humanos “salvajes” descubrieron que en nuestro México ya existía una cultura y a la par de ella diversas instituciones funcionales.

Para finalizar y retomando la cuestión inicial sobre la cultura escolar, pienso que en sí misma la cultura mantiene esas dos vertientes, por un lado forma, inculca, preserva y mantiene en los individuos determinadas conductas, y por otro lado, son los mismos individuos los que en determinado momento de su vida llegan a cuestionar o no la cultura en la cual se desenvuelven, principalmente y como punto de partida, cuando la cultura escolar y social en general no funciona para los fines en que se estableció, no cubre las necesidades requeridas y es aquí donde necesariamente tiene que surgir alguna reacción bien sea desde lo individual o ya bien desde la comunidad. Un real cambio de paradigma.


Actividad 5. Collage



Con un lenguaje sencillo, Álvaro Morales nos expone como se ha ido configurando la escuela desde la consumación de la revolución hasta 1975. Los cambios que se han dado en la institución escolar como pieza fundamental, no han sido más que para reconstruir el México lastimado por la revolución y para caminar hacia la modernidad. Para lograr todo lo anterior con una ansiedad notable, el estado fundo instituciones, creo y reformo las leyes y se realizaron proyectos educativos.
Al terminar la revolución, México tenía que levantarse de los estragos políticos, económicos y sociales que había sufrido. Esto llevo a que los gobiernos de Álvaro Obregón y Plutarco Elías Calles se enfocaran a erradicar la pobreza tanto mental como económica de los mexicanos, pero sobre todo recobrar la confianza de estos en el estado. Entonces se pensó en que un proyecto educativo y por consiguiente la escuela funcionaría para dichos objetivos. Derivado de este proyecto surgió la SEP (Secretaria de Educación Pública), se promovió la educación para el trabajo mediante la creación de escuelas rurales y agrícolas e incluso se hizo un banco agrícola ejidal para que las escuelas tuvieran recursos propios, ya que  se veía una industrialización muy cercana para el país.
Siguiendo este camino de modernización, en la administración de Manuel Ávila Camacho y frente a problemas externos como la segunda guerra mundial, se pone en marcha un modelo de desarrollo bajo tres ejes: económico, industrialización, educación. Por tal motivo la escuela se encargó de formar a un nuevo mexicano libre de rencores, que tuviera la preparación para la industrialización que traía consigo nueva tecnología. Para esto se creó un proyecto llamado escuela de la unidad nacional y se tomaron en cuenta cambios en la SEP para una mejor eficiencia.
En esa misma línea se creó la ley orgánica de educación para reglamentar el artículo 3º constitucional, hecho esto, se llevaron a cabo los cambios necesarios en su máximo esplendor al currículo escolar de aquella época. Incluso, vale mencionar que hubo una alfabetización en todo el país y se creó el Comité Administrativo del programa Federal de construcción de escuelas (CAPFCE); se fundó el Departamento de Enseñanzas Especiales, la Escuela Normal Superior y el instituto Federal de Capacitación del Magisterio. Además se creó la SNTE (Sindicato Nacional de trabajadores de la educación). Solo que las transformaciones para algunas personas resultaron contradictorias a lo que se luchaba en la revolución.
Posteriormente con la llegada de Miguel Alemán a la presidencia, se creó Ciudad universitaria, ciudad politécnica de santo tomas, el instituto nacional indigenista y el instituto nacional de la juventud. También se creó un “sistema de escuela paralelas” que consistía en preparar a los jóvenes para que pudieran ingresar de manera más rápida a la enseñanza técnica y así trabajar en el terreno agrícola e industrial.
Durante el gobierno de Adolfo Ruiz Cortines se trabajó en un proyecto educativo que consistía en reforzar la unidad de todos los mexicanos, pues una vez más nos veíamos afectados por la guerra: “la guerra fría”. En ese mismo periodo se habían perdido ya los principios de la revolución, existía desigualdad, la escuela como un proyecto social no fue más al menos por un tiempo, y la formación de los estudiantes no fue la misma, dado que solo se les preparaba para saber y eso resultaba poco favorable para la industrialización.
Como consecuencia de estos problemas en educación, se creó la CNTE (Consejo nacional técnico de la educación) que tenía el objetivo de analizar el por qué solo la mitad de los niños estudiaban, por lo que se podía decir que no se había logrado el objetivo que siempre se había perseguido: que ningún niño se quedara sin educación.
Ya en el gobierno de Adolfo López Mateos, el estado retomó los ideales de la revolución y se creó con el regreso de Jaime Torres Bodet, un plan denominado “Plan de once años”, el cual fijaba un plazo para que al finalizar los años 60’s ningún niño se quedara fuera del aula. Para lograr eso era necesario hacer más escuelas y reparar las dañadas, además se tenían que crear más lugares para el magisterio.
También fue necesario cambiar y modificar el currículo para la enseñanza, se doto a la los niños de libros gratuitos, quien estuvo a cargo de la Comisión Nacional de libros de texto gratuitos. Todo esto para alcanzar la meta de que los niños no se quedaran en los primeros años de educación básica y que se elevara la calidad en educación que tanto demandaba la sociedad. Caminando hacia 1965 se crearon los Centros de capacitación para el trabajo industrial y se incorporaron medios de comunicación como la tv y la radio para impulsar la educación.
A finales de los sesenta México se convirtió en otro país, dejando grandes estragos en todos los ámbitos. Se respiraba un ambiente de poca democracia; la educación de ese entonces estaba lejos de lo que se había propuesto y crecieron zonas marginadas, producto de la acelerada industrialización y poca preparación para ella.
En los inicios de 1970 el país seguía con problemas económicos, sociales, y de educación, todos los esfuerzos habían sido en cierta parte en vano. Por tal motivo se hizo un nuevo plan que mitigara los problemas en la vida nacional, y esto era una vez más mediante la educación. Así que se hizo una reforma educativa que contemplara cambios en el currículo de cada uno de los niveles de educación, pero también se demandaban cambios a leyes, normas y reglamentos.
La escuela para entonces se concibió como un instrumento de cambio para caminar hacia la ciencia y la tecnología y con esto detonar el desarrollo económico y social, pero sin olvidar la identidad nacional. Así nació la UNAM, la Asociación Nacional de universidades e institutos de educación superior (ANUIES) y el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (CONACYT), además de crearse escuelas de carácter técnico y de reformar los planes de  las escuelas Agrícolas. Por otra parte se intentó mejorar la práctica docente cursando la educación normalista de educación preescolar, primaria y especialización bajo la condición Licenciaturas 85. En los años 1974 y 1975 se formó el plan nacional de educación para adultos y una ley para respaldar los fines que perseguía ese plan.
La historia de México no ha sido armoniosa si se quiere hablar de educación, dado que se pasó por contradicciones, rupturas y continuidades, todas ellas para configurar a una institución que hoy conocemos como escuela y educación.
El texto es claro, ameno y puede ser comprendido si se tienen nociones de la historia de México. Creo por otra parte, que todo mexicano y principalmente estudiantes de ciencias sociales y educación deberían conocer el largo camino que México tiene recorrido hasta el momento a fin de mejorar cada día la educación como parte del desarrollo de nuestro país.



Actividad 4. Institucionalización


“LOS MOMENTOS MÁS IMPORTANTES DEL PROCESO DE INSTITUCIONALIZACIÓN DE LA EDUCACIÓN EN MÉXICO"




Posterior a la fase revolucionaria, se inicia una nueva etapa en México, basada en la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, pasando de una dictadura a un Estado regido por leyes e instituciones. Al establecerse un ejercicio de la libertad y de la democracia, es absolutamente necesario la instauración de un sistema educativo nacional y
Popular, por lo que el gobierno Obregón, formular un proyecto de educación pública, nacional y popular y bajo la rectoría del Estado. Esta educación debía regirse bajo las premisas de emancipación, liberación y capacitación para el trabajo moderno.
En 1921 se creó la Secretaría de Educación Pública, José Vasconcelos (autor y primer secretario) llevó a cabo campañas de alfabetización y fundó las Casas del Pueblo, Misiones Culturales y Escuelas Normales Rurales (para la liberación mental, económica y social de los mexicanos). Con el presidente Calles, la concepción del sistema educativo pasó de ser humanista a pragmática, que sirviera como instrumento de progreso y desarrollo económico (poner fin a la ignorancia, a la escasez, a la pobreza; es decir, liberar al pueblo de la explotación y del sometimiento), además de darle al país una identidad definitiva. La educación se transformó así, en la tarea fundamental para organizar y mejorar el trabajo en el campo y para sentar las bases de un nacionalismo político, económico y social.
Con Ávila Camacho (1940), se practicaría una política de conciliación y apoyo a los países aliados y se instrumentaría un modelo de desarrollo que conocemos como desarrollista, el cual requería una educación basada en el orden y la concordia, con objeto de eliminar todo signo de lucha social y formar un mexicano altamente capacitado para enfrentar los retos de la industrialización; un ser disciplinado y obediente, capaz de adaptarse a la automatización de los procesos productivos. Se formuló un proyecto de educación que se conocería como la Escuela de la Unidad Nacional, bajo diversos nombres, pero con objetivos comunes: la formación de un nuevo mexicano y la preparación técnica para manejar con destreza la nueva tecnología. En 1944 firma una Ley que formalizaba la campaña de alfabetización (respondiendo a las nuevas exigencias que el país planteaba).
Con Cárdenas, y la llegada de Octavio Véjar Vázquez a la SEP, se suprimieron las Escuelas Regionales Campesinas; incluso llegó a sostener que los principios de la escuela socialista eran contrarios a los términos de democracia: se fomentó en cada uno de nuestros niños y en cada adolescente, el concepto de patria". Se elaboró una Ley Orgánica de Educación para reglamentar el artículo tercero constitucional; con nuevos planes, programas, contenidos y métodos en enseñanza, con el objetivo de borrar las desigualdades, formar unidad nacional como aspiración definitiva de la nación. La escuela rural fue sustituida por una escuela donde lo urbano, citadino y la idea de progreso y conocimiento predominó sobre el desarrollo del campo.
En 1946, se establecieron las bases para la constitución del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación -SNTE-.
Con el ascenso de Miguel Alemán Valdés a la presidencia de la República, dio comienzo el Estado Civilista. Se creó “Ciudad Universitaria, la Ciudad Politécnica de Santo Tomás, el Instituto Nacional Indigenista y el Instituto Nacional de la Juventud". El secretario de Educación Manuel Gual Vidal, propuso el "Sistema de escuelas paralelas" (una primaria normal de seis grados y otra de cinco que se llamó "de aceleración"). El carácter práctico del proyecto se tradujo en una escuela del trabajo y para el trabajo que debía iniciar desde la primaria, pasando de la educación integral, a la educación para capacitar y crear bienes económicos de manera pronta (el país reclamaba una formación técnica acelerada).
Ruiz Cotines (1952-1958) nombró a José Ángel Ceniceros secretario de educación, quien estableció la Escuela de la Mexicanidad (desarrollar sentimientos hacia el mexicano, lo mexicano y la formación moral y cívica para consolidar a la familia mexicana). Sin embargo, el tránsito repentino de una economía agrícola a una economía industrial sin la debida preparación de la sociedad, trajo como resultado, reordenación de la sociedad y mayor desigualdad. Hacia fines de los cincuenta, en vez de preparar para saber y hacer, sólo se preparaba para saber.
Se concluyó que el retraso en educación se debía a ésta no se planeaba, por lo que se creó el Consejo Nacional Técnico de la Educación -CNTE- el cual asumió que la educación no era responsabilidad de gobierno, sino como compromiso de Estado.
Con Adolfo López Mateos en la presidencia y T. Bodet en la secretaría, se formuló el Plan de Once Años (en los 60’s): ningún niño en edad escolar: de seis a catorce años, debía estar fuera del aula; mantener la satisfacción de la demanda real y hacer que todos los inscritos terminaran la escolaridad primaria. Se reorganizaron por áreas planes, programas, contenidos y métodos de enseñanza, así como la edición de libros de texto gratuito y obligatorio para cada uno de los seis grados, bajo la responsabilidad de la Comisión Nacional de Libros Gratuitos. En 1965, el plan es reforzado con el principio de "aprender haciendo y enseñar produciendo" (se crean los Centros de Capacitación para el trabajo industrial; la Radio Primaria y la Educación Secundaria por televisión). Sin embargo, hacia 1970, el promedio nacional de escolaridad era tan sólo de tres años; y la calidad de la educación distaba mucho de responder a las exigencias del desarrollo nacional.
Se requería un nuevo modelo educativo que atienda no sólo cantidad, sino calidad para responder a los retos que el país debía enfrentar en el futuro. A fin de evitar que la inconformidad, la protesta popular y las heridas por el fenómeno de 68 se agudizaran, el régimen de Luis Echeverría propuso un nuevo modelo de desarrollo político (la solución somos todos), en lo económico (desarrollo compartido y alianza para la producción) y en el ámbito educativo: reforma educativa y educación para todos. El Estado formular un plan de Reforma Educativa que condujera hacia un cambio profundo, no sólo en cuanto a planes, programas, métodos y contenidos en cada uno de los niveles de la pirámide educacional, sino también en lo referente a Leyes, normas, reglamentos.
Se inició un proceso de desconcentración de los aparatos educativos, Escuelas y fondos destinados a éste renglón serían manejados por los gobiernos estatales; la Secretaría del ramo, se desempeñaría como coordinadora del sistema y como responsable de la Política Educativa Nacional.
La reforma educativa, debía atender lo jurídico, lo organizativo, lo integral, lo académico, lo humano, lo social. La escuela, debe ser agente de cambio, espacio del hacer científico y tecnológico, pivote del desarrollo económico y social, generador de conciencia nacional e histórica y desde luego, baluarte de las ideas de independencia y soberanía.
Se reorganizando las instituciones en cuatro grandes universos: la educación humanística, la educación técnica, la educación normal y la educación para el desarrollo del campo y la explotación de los recursos del mar. Se crearon el Centro de Didáctica, el Centro de Nuevos Métodos -UNAM- y la Asociación Nacional de Universidades e Institutos de Educación Superior -ANUIES-. La SEP constituyó las escuelas secundarias técnicas, cuya continuidad en la línea, lo representarían los Centros Tecnológicos (preparación de técnicos medios). Más arriba, estarían las escuelas superiores, el Centro de Estudios Avanzados, y el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología –CONACYT. (se buscaba atenuar la dependencia con respecto del exterior por medio de profesionales bien preparados y comprometidos con la política de desarrollo económico e industrial).
El Estado se dio la tarea de formular un programa de formación docente, que condujo elevar formalmente los estudios normalistas de educación preescolar, primaria y de especialización a la condición de Licenciaturas.
Un cambio que causó problemas en la educación primaria, fue el implantarse la gramática estructural en la enseñanza del idioma castellano. Los planes y programas de estudio se configuraron con la taxonomía de Bloom; esto es, programación por objetivos; algo desconocido hasta entonces, por casi todos los profesores del país. Irritó ciertos sectores de la sociedad el inicio de la educación sexual en los libros de texto.
Como parte de educación extraescolar, se instauró del Plan Nacional de Educación para Adultos y de la promulgación de la Ley Federal de Educación para Adultos, entre los años 1974-1975.

Actividad 4. Estado e identidad.


EL ESTADO Y LA CONSTRUCCIÓN DE LA IDENTIDAD: PAPEL DE LA ESCUELA

Propuestas sobre la formación escolar, citadas en:
Echavarría Grajales, Carlos Valerio La escuela un escenario de formación y socialización para la construcción de identidad moral , Revista Latinoamericana de Ciencias Sociales, Niñez y Juventud, Julio – Diciembre, Vol. 1, No 002, Universidad de Manizales, Colombia 2003
1.- (…se trata entonces, de desarrollar la mente de los educandos, de enseñarles a vivir, de aprender no sólo de los libros sino de la vida, de producir cambios mentales orientados a que cada persona aprenda por sí mismo acerca de sí mismo (Krishnamurti, citado por Colom y Melich, 1997).
La visión de Krishnamurti (1895-1986) me parece muy realista, pues él se pronuncia por un cambio de mentalidad sobre la educación, pensar que la educación sólo se produce en la escuela (¡ya desde sus tiempos!) era algo irreal pues el aprendizaje se produce a lo largo de la vida. Además pone énfasis en el valor de la familia como cuna de aprendizajes morales, éticos y hasta espirituales.
2.- (…la subcomunidad es el lugar en el que, entre otras cosas, los aprendices se ayudan a aprender unos a otros, cada cual de acuerdo con sus habilidades; y para ello no hace falta que se excluya la presencia de alguien cumpliendo el papel de profesor, simplemente basta que él no juegue el papel de monopolio, que los aprendices se ayuden unos a otros en la apropiación y significación del conocimiento (Bruner 1997, P. 39).
Bruner describe a la escuela como una subcomunidad en la que se desarrollan interrelaciones, comunicaciones, diálogos, intercambio de ideas, emociones y conocimientos de una manera subjetiva (cierto grado de abstracción, tanto del que emite el mensaje como de aquel que lo recibe) y que mediante la interpretación de estas señales de lenguaje es como los individuos se retroalimentan entre sí. Un individuo observa y escucha al otro (otros), y viceversa. Todos aprendemos de todos y en cierta medida, todos tenemos parte de los otros en nosotros mismos, podría decir que es eso que nombra C.G. Jung como el “inconsciente colectivo”, es aquella humanidad inherente al individuo.
De esta manera, el papel del tutor-docente es el de interlocutor, mediador de todas estas intersubjetividades y que además no son específicas del aula escolar. Valorar la educación de los niños y jóvenes como un hecho constante, continuo, constructivo, e ilimitado (ya que el individuo autónomo tiene la capacidad de decidir hasta dónde, cómo, con quién y qué quiere aprender) es de importancia necesaria hoy en día.

3.- (…Durkheim (1976), la escuela es un lugar donde además de preparar a los individuos para que hagan parte de la sociedad que los ha acogido, los responsabiliza de su conservación y de su transformación. Esta transformación ha de evidenciarse en la estructuración de nuevas prácticas culturales del reconocimiento del otro, en la construcción de argumentos colectivos de inclusión de la diferencia y en la constitución de marcos comunes para vivir la equidad.)
Al hablar del término de un ciclo escolar, se nombra la graduación de una generación. Es éste término, “generación” el que deberíamos de valorar todos como sociedad e individuos responsables. Pues es un término que sólo valoramos al término del ciclo y no a través de todo él y después de él. Ciertamente cada vez que una generación de alumnos se gradúa y sale de la escuela, bien sea a otro nivel educativo o bien hacia el comienzo del mundo laboral, la sociedad espera algo mejor, nuevo y hasta diferente de ellos. Pues el graduarse representaría el haber obtenido todo un cúmulo de conocimientos y habilidades no solamente intelectuales, sino también sociales. Así como un individuo aprende de otro, en el mismo sentido una generación aprende de la anterior, es por esto que no  podemos entender la sociedad como separada del individuo. Es deber de la familia apoyar a la escuela en la formación de individuos estudiosos, de materias escolares, pero además conscientes, críticos, autónomos, patriotas y responsables de sus actos y decisiones, pues todos dependemos de todos como sociedad. Aquel pensamiento mezquino de creer que nada nos pasa mientras en otros lugares de nuestro municipio, estado o país sucede, es actuar con un sentido racista, excluyente, limitante, dogmático que lo único que engendra es mayor discordia, rencor, lucha de clases sociales, competencia infinita por el poder político-económico.
4.- Por el contrario, una educación para la acción, no ya para la fabricación, según Arendt, citada por Barcena y Melich, abre el horizonte a la iniciativa, a la novedad y a lo impredecible; educar para la acción es romper lo previsto e irrumpir en lo imprevisible e impredecible; así la actividad educativa plantea una acción novedosa ligada al relato, al discurso, al lenguaje, en los cuales la pregunta por el quién eres tú contiene una subjetividad, una biografía, una historia. La educación para la acción configura pluralidad, imprevisibilidad, novedad, irreversibilidad y narración (Barcena y Melich, 1997).
Así como es importante una formación en ciencias, también se hace necesario una formación en valores morales y principios éticos. La institución educativa vela por inculcar valores patrióticos pero habría que preguntarse, sobre que se basan esos principios, dónde y cómo surgen para poder comprender el porqué de su implementación en el marco educativo. No sigo que estén mal, simplemente creo que están mal encausados. Pues el patriotismo es un hecho natural cuando los individuos de una región conocen su historia y más aún están dispuestos a superar los errores sociales de sus antepasados. Aboguemos entonces, como sociedad mexicana, para que las instituciones educativas ejerzan su labor formadora con el apoyo recibido o no del gobierno federal (he ahí una de las luchas interminables de las instituciones educativas y sus líderes), pero que se hace necesario ya no sólo para producir individuos obreros, empleados sino también como individuos conscientes, responsables, creadores de circunstancias favorables para sus familias y la sociedad misma.

Actividad 5. Reproducción o resignificación.


REPRODUCCIÓN O RESIGNIFICACIÓN

Los conocimientos adquiridos en la escuela son altamente valorados por la sociedad, la familia y el individuo, a este respecto Schutz, A. en “Estudio sobre teoría social”, menciona:
“…Todo conocimiento recibe un peso adicional si es aceptado, no sólo por nosotros, sino por otros miembros de nuestro endogrupo. El poder de conocimiento socialmente aprobado es tan vasto, que lo aprobado por la totalidad de este endogrupo es simplemente presupuesto y pasa a ser un elemento del concepto relativamente natural del mundo, aunque la fuente de tal conocimiento permanezca en anonimia. El conocimiento socialmente aprobado es la fuente de prestigio y autoridad, también es el asiento de la opinión pública.”
Así es como en el caso de aprender a escribir “bien” es sinónimo de alumno aplicado, dedicado, limpio, educado, etc. por mencionar algunos de los adjetivos que he llegado a escuchar acerca de los alumnos que mantienen una escritura apegada a las normas ortográficas y gramáticas.
Y ya que ahora lo pienso mejor, creo que es un aprendizaje que abarca ambos sentidos. Por un lado se construye en base a reproducciones pero en otro sentido, los alumnos llevan un proceso de resignificación inherente a cada individuo de querer destacar sobre los demás, tener y mantener ciertas peculiaridades que te identifiquen como individuo único e irrepetible. En este sentido percibo que la escritura es un medio en donde se plasman aspectos de nuestra personalidad. Cabría mencionar que existe una técnica psicológica que hace mención a lo anterior, la Grafología, el estudio de los rasgos escritos y su relación con características psicológicas de la persona y que aunque aún no cuenta con plena aceptación de parte de las ciencias psicológicas y menos de las lingüísticas, si nos deja percibir que siempre ha existido el interés del ser humano por tratar de descifrar más a fondo lo que plasma otro individuo mediante su escritura.


En el apartado “Orígenes de la institucionalización”, Berger y Luckman menciona que la habituación (inherente a cualquier actividad humana que tiende a reproducirse) se desarrolla a la par de la institucionalización. De este modo la escritura, que en un principio se desarrolla por mera habituación (repetición de planas), mediante en proceso interactivo de socialización-escolarización así como de premiación cultural y familiar, a la par de una necesidad biológica-psicológica de transmitir lo que se quiere o necesita (adicional del lenguaje, pero que a comparación de éste la escritura no necesita de estar frente a frente con otra persona para poder comunicarse) se instituye como un elemento natural de expresión del ser humano. Así pues la escritura adquiere un sentido propio con el paso de la educación escolar permitiendo expresar por medio de distintos estilos gustos, emociones, sentimientos, pensamientos, creencias, ideologías, etc.
Considero que es importante rescatar la importancia de la escritura manual, mediante la divulgación de los beneficios de la práctica de la escritura manual. Ya que en la actualidad se ha desplazado a segundo plano, con las herramientas tecnológicas que ya vienen con estilos de letras preestablecidas, de ésta manera la experiencia de escribir se desmerita; representando esto una cambio en los medios predilectos de comunicación que hoy en día son meramente digitales.

Actividad 3. Influencia de las instituciones



Actividad 5. Tira comica





Actualmente los estudiantes desperdician las oportunidades que se les brinda en el salón de clase. Por eso, dentro de un salón nos podemos encontrar un alumno que nos diga: “No oigo, no oigo, soy de palo, tengo orejas de pescado” cuando se le pida su participación o comentario sobre el tema del día; y lo digo figuradamente, porque los niños y jóvenes prefieren hacer a un lado el privilegio del que muchos alumnos se perdieron hace años cuando eran chavos, ¿Quiénes eran? Algunos de nuestros papás.


Por eso, me inspire en esas viejas historias, pero crueles de la educación en nuestro país, haciendo que un niño como Javier, rezongón, con todas las oportunidades por parte de sus padres, de la institución escolar y de su maestro principalmente, rechace esa posibilidad de que el maestro le ayude a aprender, pero sobre todo que pueda externar dudas y comentarios con confianza y sin miedo.


Ahora, Javier se imaginó al profesor Miguel siendo un mago o brujo como lo pensaban nuestros papás al ir a la escuela en aquellos tiempos. De ahí parte esa idea de que el profesor lo convirtiera en un tronco, sin poder hablar, moverse o peor aún, siendo tratado no como un árbol, sino como una cosa inanimada, donde solo el profesor es el que habla y llena a los alumnos como una alcancía o un vaso de agua. Afortunadamente su compañero de clase, Pablo, le hace hincapié en que se imagine una de esas escenas de los cuentos de terror.

Sin embargo, esta representación en su mente de Javier y reflexión, hace que él entre en razón, arrepintiéndose de decir esta frase muy común en los niños cuando no quieren escuchar.
Pienso que la escuela siempre estará en pro de las personas de la sociedad, por lo que no tiene que ser un castillo de brujas o de terror, sino más bien un barco que lleve a los niños y jóvenes a un puerto seguro.

Por otro lado debo decir que ahora las posibilidades de que los estudiantes puedan construir conocimientos diferentes a los establecidos han aumentado. He ahí la autonomía que se les brinda a los estudiantes y a los docentes al poder ser formados permanentemente.




Actividad 3. Maestro y alumno en la cultura escolar.

“LA CULTURA ESCOLAR DETERMINA O ES CONSTRUIDA DESDE LA ESCUELA” Bueno pues ya después de haber revisado los términos de cultura escola...